viernes, 27 de mayo de 2011

Pedro I de Castilla



Pedro I de Castilla (Burgos, Castilla, 30 de agosto de 1334 – Montiel, Castilla, 23 de marzo de 1369), llamado el Cruel por sus detractores y el Justiciero por sus partidarios, fue rey de Castilla desde el 26 de marzo de 1350 hasta su muerte.
El comienzo del reinado de Pedro I de Borgoña fue especialmente convulso ya que diversas facciones se disputaban el poder: su propia madre que había quedado relegada a un segundo plano en vida del difunto rey, los infantes de Aragón y los hijos bastardos que su padre había tenido con Leonor de Guzmán.

Inmediatamente después de la muerte de Alfonso XI, Pedro I fue proclamado rey de Castilla y León en Sevilla. Se debatieron diversos puntos de interés como el aumento de precios y salarios (se los intentó frenar con una regulación de oficios), la conveniencia del uso del apellido para poder identificar y perseguir a los delincuentes, la protección de la comunidad judía y un acercamiento político a Francia.

Su hermanastro Enrique encabeza una rebelión y se apodera de la ciudad de Algeciras; Pedro I se muestra generoso con él y lo perdona (yo supongo que se arrepintió el resto de su vida de esta decisión pero así es la Fortuna, como cantaban los goliardos en el Medievo: impredecible y caprichosa, como el propio rey).

Los historiadores dicen que el consejero de Pedro I, Juan Alfonso de Alburquerque, un portugués que pertenecía al séquito de la reina María y que había sido su ayo, lo previno contralas intenciones de los hijos de Leonor de apoderarse del trono. Alburquerque comenzó siendo un buen consejero para el rey pero las desavenencias políticas entre ambos harían que Pedro I inclinara la balanza de la política internacional hacia Inglaterra mientras que el consejero prefería una alianza con Francia y, exiliado a Portugal, acabaría apoyando a los Trastamara.

Por esa época el joven rey (tenía dieciséis años) cayó gravemente enfermo( no me ha quedado claro cuál fue la dolencia que padeció) y se barajaron varios candidatos para su sucesión en caso de óbito. Los que tenían más posibilidades eran Juan Núñez de Lara y Fernando marqués de Tolosa. Al mismo tiempo, Inglaterra viendo peligrar sus intereses debido al apoyo castellano a Francia atacó a la flota castellana y salió vencedora.

En aquel momento la muerte pasó de largo y Pedro I se restableció.

jueves, 26 de mayo de 2011

presentacion

soy una chica que esta en el instituto y he hecho este blog porque me lo han mandado para Sociales